Corrían las 4 de la mañana cuando desperté por una sed maldita, realicé la operación rápidamente y a oscuras para no espantarme el sueño, pero no... ningún esfuerzo fue suficiente. De todas formas valió madres.

La buena noticia (creo) es que ya que andaba por aquí, se me ocurrió pasar a postear algo después de días y días de completo abandono.

Fíjense que el viernes por fin fui a terapia para tratar esta cosa del miedo a los pájaros y lo sospechoso es que una cuarta parte de la sesión hablé del asunto, otras pequeña porción le correspondió al rubro "cosas de la vida" (hasta salió a relucir el blog, ja), pero lo interesante-enfermo es que el resto del tiempo le fue dedicado a mi ex-jefe. Qué miedo, en serio.

Aaaaaaah sí, porque ya renuncié. Ummm fue como cortar con alguien, pero sin el drama de "no, pero por qué" "que tú, que yo" "pero si nos íbamos a casar", etc. Aunque sí fue muy "vamos a darnos un tiempo". Y eso sí, el profe se portó tan, pero tan bien... que hasta llegué a pensar "mmmh ¿qué carajos estoy haciendo?". Claro, 10 minutos después lo arruinó todo y de nuevo lo quería matar, así que me felicité por haber tomado tan buena decisión.

Así que heme aquí de desempleada. Reitero mi oferta: SE SOLICITA EMPLEO RELACIONADO AL ÁREA DE COMUNICACIÓN, DE PREFERENCIA CON UN JEFE/JEFA QUE NO VIVA EN SU PROPIO HUSO HORARIO, SUELDO A TRATAR.

Si no encuentro algo (que es lo más probable), creo que empezaré a tomar cursos, diplomados y cosas por el estilo. A ver qué pasa.

Y bueno, ya son las 6 de la mañana, una hora adecuada -me parece- para ir a brincar a la cama de mis papás y despertar a mi señor padre para felicitarlo. Mmnnnaaa... ¿qué puedo decir? de repente tengo este tipo de episodios de romanticismo familiar.