Escenitas de San Valentín

Pelear con la pareja en San Valentín, para algunos, es como iniciar una guerra en Navidad, como morir en año nuevo, como comer hot dogs un 15 de septiembre. Un rincón del segundo piso en Centro Coyoacán, hace discreto el dramón. Sin embargo, la gente que pasa voltea de reojo, como quien mira a una señora que amamanta en público.

Tienen cuando mucho veinte años. Se trata de una de esas parejas que lo mismo pueden pasar como hermanos: delgados, altos, relamidos y de lentes. Él reclama enojado y ella escucha entre llantos y mocos. La joven hace dos intentos hipócritas de abandonar la escena, pero su acompañante la sienta fácilmente de un jalón y continúa el pleito.

Mientra tanto, atado a la mano de ella, un gran globo rojo con forma de corazón y la frase “Te quiero”. Un policía atestigua la escena con atención.

Finalmente, él se va. Ella simula tranquilidad pero apresura el paso atrás de él, con más llanto y más mocos. Salen de la escena.

En San Valentín nadie se viste de rojo por casualidad, menos aún en ambientes como los de un centro comercial. Los atuendos de este color abundan en la plaza que luce desairada “por la crisis, en diciembre yo me acuerdo que se veía más llena”, opina Moisés Reyes de camisa roja: “me vestí igual que mi esposa para celebrar, vinimos a comer”.

Sofía, Ruth, Karen, Paola y Andrea celebraron el día de la amistad. Ninguna, excepto Karen, tiene novio. Todas llevan una bolsa con el regalo de su intercambio: “gastamos más o menos 150 pesos, pero lo que cuenta es el detalle, el día del amor y la amistad se festeja todos los días”, señala Paola.

A sus 18 años “les pesa” no tener novio en estas épocas: “por una parte dices ‘pues sí hace falta’, pero con tus amigas se compensa”. El resto del día lo pasarán las cinco amigas con el novio de Karen, a quien esperan: “se nos pegó, ya ni modo”.

Al recorrer la plaza se escuchan boleros, un trío fue contratado por Centro Coyoacán para amenizar el día. Lo mismo una botarga de corazón, para la cual se forma una fila de parejas que desean ser fotografiadas junto al monigote, aunque sea, con las cámaras de sus celulares.

En una de las entradas se puede ver a la pareja de delgados, altos, relamidos y de lentes, esta vez reconciliados y abrazados. El gran globo rojo con forma de corazón que decía “Te quiero”, permanecía atado a la mano de ella, pero esta vez, también con un tulipán anaranjado.

4 comentarios floripondios:

Rubo dijo...

Qué bonito. Yo esperaba mi primer día del amor lleno de ñoñerías y a fin de cuentas me peleé el 13.

Ya ni modo, me la pasé con mis cuates.

Adriana dijo...

Hay manera de que postees más seguido? Es que se te extraña y así :(

Chilangelina dijo...

Cora, escribe más; no dejes morir a este blog.

Angel Panza dijo...

La neta sí, se te extraña. Gracias por el post. Cuídate

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