Y no me malinterpreten, pero no sé por qué. No es que crea que Rous sea incapaz de levantar las pasiones que levanta, lo que siempre me ha sorprendido es que ninguna de sus conquistas fue estratégicamente planeada, vaya, ni esperada. Nunca.

O sea, Rous nunca ha sido, ni es, y difícilmente será, una de esas hoochie mamas que se contorsionan al ritmo de Dáriyanqui. Oh no. De hecho su pasividad la lleva a todos los ámbitos de su vida. Es más, a duras penas consigue llevar el ritmo de su pié al golpear el suelo. Y vaya, que use brillo en los labios ha sido todo un logro en cuanto a maquillaje. Su encanto es 100% natural.

En fin, la poca estrategia dio como resultado el contacto con cada remedo de hombre que bue... Sólo me viene a la mente uno que valía la pena, un fotógrafo treintón nada despreciable. La cosa era que literalmente le doblaba la edad. Rosita apenas había cumplido 16 y pues no.

De ahí en fuera vimos de todo. Y más alla de un golpe a mi pubertil autoestima, lo viví como la benificiada número uno de sus imparables conquistas. "Raids", helados, películas(una vez se ligó al güei de los boletitos del cine), pedas, etc... mientras ella se iba a darse sus besotes a lo oscurito con el susodicho.

Vivir a la sombra de mi amiga, me trajo el único inconveniente de tener que espantarle a los nefastos.

Así es, yo era la amiga que todo Don Juanes amateur detesta; la que estropea las declaraciones de amor, la que obstaculiza que bailen solos, la que no quita la jeta de: 'lárgate piltrafa humana'. Pero aclaro, cumplía mis funciones sólo si Rous lo pedía. En el ínter me llegaron a enjaretar al amigo nefasto del conquistador, y supútamadre eso para que vean, no lo soportaba.

En fin, como este era un borrador de hace tiempo que acabo de completar, olvidé el punto del relato. Quizá era que toda esta situación tuvo como repercución real mi categórica discapacidad para ligar en fiestas hoy en día. Me quedé instalada en el papelón de la espanta-idiotas.

Sniff....

¿Ustedes fueron el amigo ligador o el espanta-idiotas?