Sobre la escritura y los abrelatas

¿Para qué tender la cama, si de todos modos se estropeará más tarde, al dormir? ¿Para qué vivir si luego hay que morir? ¿Para qué escribir? Como si todo en el mundo tuviera una explicación. De hecho, de lo poco con misiones claras en la vida, con propósitos indiscutibles desde su concepción, es el abrelatas. Pero amar, llorar, abrazar, eructar o escribir (entre tantísimas cosas más) no se limitan a abrir cuanto enlatado le pongan en frente.

Escribir actas para unir y desunir parejas, para constatar que alguien nació o murió. Escribir constituciones para normar conductas. Escribir novelas y cuentos para regalar más vidas a sus lectores. Escribir para los periódicos que maduran aguacates. Escribir con faltas de ortografía para infartar a exquisitos que las detectan. Escribir en la pared para “putos que lo lean”. Escribir recados para que no se olvide pasar por la ropa a la tintorería, también para enlistar el mandado que hace falta.

Para ser francos, lo único que le quita el sentido a escribir es el analfabetismo, verdadero cáncer de la escritura que de expandirse significaría la muerte de las palabras, de la forma más exacta para comunicarse. No por nada la escritura significó el inicio de la historia de la humanidad, sin ella sería el fin de la misma.

Es cierto, nada quedará. Pero si desde ya dejamos de hacer todo, y nos rehusamos a dormir, a despertar; a sonreír, llorar, comer, beber, respirar. Si en ese momento y con la idea de que todo terminará, no volvemos a escribir o abrir una sola lata, nada más quedaría en ese preciso instante. ¿Para qué adelantarnos si de todas formas, en los últimos años, se le ha metido velocidad al asunto?

Escribir es para casi todo, excepto para abrir latas. Y menos desde que la mayoría viene con abrefácil.


5 comentarios floripondios:

Anónimo dijo...

Me encantó,eres la mejor periodista del mundo. Sabes que te amo muchísimo y que te admiro, de grande quiero ser como tú.

Rubo dijo...

Qué bonito.

Yo creo que el siguiente paso es escribir usando un abrelatas. Creo.

Angel Panza dijo...

Sublime.

Si no te importa, de ahora en adelante utilizaré esa frase tuya que me ha pasmado: "¿para qué vivir si luego hay que morir?"

Besos

Anónimo dijo...

No me gusto... Sin nada especial.

Anónimo dijo...

MMM Es estupido no descubre nada nuevo las ideas son baratas,

En 31 minutos pasaron las mismas interrogantes.

Es verdaderamente sin sentido, no me gusta como escribes

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Me gusta morder a mis seres queridos. Tiendo a abusar de los paréntesis y puntos suspensivos. No importa cuánto lo intente, no puedo dormir antes de las 12.

Yerba mala nunca muere

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